Biografía de Roque Dalton
Roque Dalton García marcó un gran precedente en la historia de El Salvador.
Poeta prominente y con una increíble conciencia social, se convirtió en un referente de la poesía a nivel latinoamericano. Sus prosas inspiraron y lograron que su voz se alzara en cada poema y texto escrito.
Sus Inicios
Nació el 14 de mayo de 1935 en San Salvador, capital de El Salvador. Sus padres fueron María Josefa García, enfermera de profesión, y el estadounidense Winnall Dalton.
Realizó sus estudios en el colegio Santa Teresita del Niño Jesús y el colegio Bautista. Culminó su estudio de bachillerato en el Externado San José en 1953. En 1955, a sus 19 años de edad, contrajo matrimonio con Aída Cañas con quien procreó tres hijos: Roque Antonio, Juan José y Jorge Dalton Cañas.
Sus estudios universitarios se realizaron en diferentes universidades y distintas carreras. Incursionó en la jurisprudencia, las ciencias sociales y la antropología, en la universidad de El Salvador, Chile y México.
A pesar de los conocimientos obtenidos en sus estudios, desde joven se interesó en la poesía y el periodismo.
Su ingreso a la «Generación Comprometida»
Fue miembro fundador del Círculo Literario Universitario que se creó en 1956. Este grupo estaba conformado por escritores con un enfático compromiso social. Se les conoció como la “Generación Comprometida”.
En 1957 viajó hacia Moscú como delegado en el Sexto Festival de la Juventud y los Estudiantes por la Paz y la Amistad.
Su pericia en las prosas le otorgó el galardón de convertirse en una de las figuras más prometedoras en la poesía hispanoamericana contemporánea. Sus primeros escritos recibieron el reconocimiento en las ediciones del Premio Centroamericano de Poesía de los años 1956, 1958 y 1959.
Fue hasta 1963 que obtuvo una mención honorífica en el certamen Casa de las Américas por la publicación del poemario, catalogado como su mejor obra, “El turno del ofendido”. Siete años más tarde se haría acreedor del mismo galardón pero esta vez por su poemario “Taberna y otros lugares”.
Su Activismo Político
En paralelo a su trabajo literario, Dalton era un miembro activo de la política del país. Fue miembro del Partido Comunista Salvadoreño desde 1958. Su participación comprometida con las causas sociales le adjudicó un par de estadías en la cárcel y condenas de muerte en varias ocasiones.
En 1960 Dalton debía de pagar con pena de muerte sus acciones, pero cuatro días antes de su realización, el presidente José María Lemus fue derrocado y esto lo libró de su ejecución.
Para 1964 un terremoto se convertiría en el aliado del escritor para poderse liberar de una nueva condena. Este acontecimiento provocó que las paredes del presidio en el que se encontraba se agrietaran y le permitieran poder escapar.
Debido al riesgo que corría, decidió exiliarse.
Vivió en países como México, Checoslovaquia, Guatemala y Cuba. Además, viajó a Europa, América, Vietnam y Corea. Dalton se mantuvo siempre en contacto con su país. Durante ese periodo se ganaba la vida por medio de los ensayos y artículos que publicaba.
Su Participación en el Conflicto Armado
Bajo el seudónimo de Julio Delfos Marín, Roque regresó a El Salvador en 1973. Se alistó en las filas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Colaboró con un gran compromiso con la organización en enfrentamientos directos y la lucha armada.
En un giro del destino, posteriormente el poeta es perseguido, juzgado y asesinado por sus mismos compañeros. El 10 de mayo de 1975 recibió una muerte cruel a manos de sus compañeros de lucha.
Luego de la firma de los Acuerdos de Paz, se determinó que Joaquín Villalobos, ex comandante guerrillero, organizó el homicidio. Además, se vieron implicados los guerrilleros Jorge Meléndez, Vladimir Rogel y Alejandro Rivas Miras.
Ninguno de los implicados ha sido procesado por el asesinato del más grande poeta que El Salvador ha tenido. Su poesía traspasó las fronteras de su país y logró impactar a grandes escritores de américa latina como Mario Benedetti.
También te puede interesar:
Poetas y Escritores de El Salvador
Poema de Amor – Por Roque Dalton
